Estimadas
compañeras, estimados compañeros,
Fui elegida democráticamente como
Secretaria General en el último Congreso de la Federación de
Enseñanza de Castilla y León, en noviembre de 2012; junto con una
Comisión Ejecutiva de 12 miembros. Congreso que se celebra cada
cuatro años, en el que podemos participar todas y todos los
afiliados y en el que decidimos quién y qué órganos dirigirán la
Federación y la acción sindical durante ese período de tiempo.
El
motivo de este correo es informaros, en el nombre de cinco compañeras
y compañeros de la Comisión Ejecutiva, órgano de dirección de
esta Federación de CyL, y en mío propio, de los últimos
acontecimientos ocurridos en esta Federación, pues consideramos que
las afiliadas y los afiliados tienen todo el derecho a saber todo lo
que pasa en su organización.
El
día 25 de noviembre enviaron su dimisión por correo electrónico,
sin motivación alguna y de manera coordinada, otros cinco miembros
de dicha Comisión Ejecutiva regional.
Como
ya se habían producido otras dos dimisiones (en 2013), por razones
diferentes a éstas, con ello se lograba que dimitiese la mitad más
uno de los componentes de esa Comisión Ejecutiva.
Este
hecho ha provocado la disolución de todo el órgano y la destitución
de sus miembros. También ha ocasionado la suspensión del Consejo,
máximo órgano de dirección de la Federación de Enseñanza de
Castilla y León entre Congreso y Congreso. Ha sido la Federación
Estatal, organización jerárquicamente superior a la nuestra, la que
ha tomado el control.
Las
primeras medidas tomadas han consistido, sin embargo, en premiar a
aquellos que premeditadamente habían creado la situación al
presentar la dimisión en bloque. Así, han revocado las competencias
y responsabilidades de aquellas personas que no hemos dimitido (las
compañeras y compañeros que os remitimos este escrito) y, sin
embargo, mantienen a las personas dimitidas con su liberación, sin
que hasta la fecha se sepa a qué dedican su tiempo sindical, toda
vez que han dimitido de su responsabilidad.
No
sabemos cómo terminará este episodio, ya que actualmente estamos a
las puertas de la constitución de una Dirección Provisional que
suplanta a la Comisión Ejecutiva y al Consejo, y se encargará de
preparar un nuevo Congreso.
Lo
que sí sabemos es que la Federación Estatal se reunió el pasado
día 23 de diciembre y aprobó unos criterios para nombrarla,
criterios que excluían a las provincias de León y Segovia y también
a todos los miembros de la Comisión Ejecutiva regional que no
dimitimos, además de sobre representar a quienes hasta ahora eran
minoría en la Federación.
Quienes
hemos dirigido estos años la Federación de CyL ya éramos
conscientes, al ser elegidos, de la pobre valoración que merecen los
sindicatos a buena parte del país e incluso a nuestra propia
afiliación. Por eso mismo hemos intentado, durante estos tres años,
acercarnos a las trabajadoras y trabajadores, de manera que el
sindicato los acompañara en sus problemas. Por eso, también, hemos
luchado y seguiremos luchando por los principios que CCOO proclama en
sus Estatutos, entre los que se encuentra el respeto a la más amplia
democracia interna, en unas CCOO en las que las decisiones las tome
la afiliación.
Lo
hemos hecho porque creemos que los sindicatos son más necesarios que
nunca y porque en un momento de emergencia social, en el que nos
están arrebatando los derechos sociales, políticos y sindicales,
“el peor sindicato es el que no existe”.
Sin
embargo para cumplir el papel que la sociedad espera de los
sindicatos son necesarias unas Comisiones Obreras conformes a sus
principios estatutarios: reivindicativas y de clase, democráticas e
independientes, de mujeres y de hombres, participativas,
sociopolíticas… y para lograrlo es necesario que la participación
en el sindicato mejore, y que quienes formamos parte del mismo
hagamos oír nuestra voz, de manera que quienes dirigen esta
organización respondan a lo que espera de ella su afiliación.
Nosotras
y nosotros no nos vamos a rendir. Seguiremos luchando y lo haremos
también dentro del sindicato. Yo misma, como Secretaria General,
elegida en el último Congreso, y ahora revocada de mis competencias
de representación de la Federación, llegaré hasta el final en la
defensa de mi dignidad personal y en defensa de la decisión tomada
democráticamente por la mayoría de las afiliadas y afiliados al
elegirme en un Congreso. Lo haré convencida de que los sindicatos
terminarán siendo lo que entre todas y todos decidamos, y no la
voluntad de unos pocos dentro de un despacho.
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